miércoles, 30 de diciembre de 2015

Regalo de Navidad


Mañana acaba el año y se nos presenta un nuevo ciclo a estreno. Lejos de hablar sobre los tópicos propios de esta fecha paso a los hechos, y mi regalo de navidad de este miércoles para quienes visitáis el blog consistirá en esta página de cómic en tamaño A3 y alta resolución que permite tanto apreciarla con detalle en la pantallas de vuestro ordenador  como ser reproducida al tamaño de un original si preferís tener una copia en papel encarpetada o enmarcada.



Corresponde a la página 72 (de dibujo) 82 (del libro) de mi obra “El Truco”.

Podéis pasarla, compartirla o incluso hacer un regalo con ella a las amistades si así lo deseáis, pero como siempre bajo estas únicas condiciones de uso:
. Respetar la obra no añadiendo ni quitando nada en ella.
. Reconocer su autoría .
. No utilizarla bajo ningún concepto dándole un uso comercial. 

Por si queréis conocer más sobre la novela gráfica a la que pertenece esta página, os dejo varios enlaces con más información sobre la misma y una parte de su prólogo realizado por Antoni Guiral que a continuación reproduzco:

“...la relectura de El truco me ha abierto a otras sensaciones. La principal es la calidez. En efecto, Víctor nos cuenta esta historia como si el lector fuera su confidente, sin prisas, con todo lujo de detalles, de dentro hacia fuera, como surge de su intelecto pero también de su alma. El dibujo, más allá de su excelente técnica, nos arrulla y nos pone en contacto con su ser. El tratamiento cromático, excelente, es una herramienta narrativa que nos cuenta y nos deja libertad para interpretar. El truco es una obra cálida que nos abraza con sus ambientaciones, sus detalles, su delicado tempo narrativo. La humanidad de sus personajes invita a la reflexión, sin dirigir nuestros sentimientos, dejándonos libertad para reconocer o reconocernos en un escueto pero intenso elenco de personas que son reales, que nos permiten bucear, cálidamente, en el alma humana.
El truco es un viaje. De hecho, toda buena obra narrativa debería serlo. Un viaje lleno de idas y venidas, dilemas y decisiones. Un viaje placentero en ocasiones, duro en otras, que refleja lo que somos.
Háganme caso: relean esta obra. Cada nueva lectura nos descubre, en sus detalles, la esencia de la vida. Y de la historieta.

Antoni Guiral

* Antoni Guiral es crítico, editor y guionista de cómic, autor de varios  
libros  de estudio sobre la historieta española e infinidad de artículos
para  distintas publicaciones. Galardonado con el premio a la 
divulgación del Salón del Cómic de Barcelona en 2007. 

Pulsa sobre la foto para más información sobre Antoni Guiral. Autor del prólogo.


Más información sobre "El Truco":


Pulsa sobre la imagen

Pulsa para ver más detalles de la novela gráfica  El Truco

Como regalo añadido de estas fiestas os dejo el archivo con dibujos de El Capitán Trueno una semana más, hasta el próximo miércoles.


Que tengáis buen año.





miércoles, 23 de diciembre de 2015

El invierno del Capitán Trueno



Si hay un héroe por excelencia en la historia de los cómics españoles, éste es sin duda “El Capitán Trueno”. Nació en una época gloriosa de los “tebeos”, en las postrimerías de la postguerra civil, cuando aún no había televisión en las casas de los españoles, en realidad el mismo año, 1956, en que se realizó la primera emisión de TVE (la prehistoria para algunos). Tiempos en que los “tebeos” eran una de las distracciones más populares entre los chavales y en los que se imprimían inmensas tiradas de ejemplares que hoy resultaría impensable hacer, con un número de lectores que, como mínimo, se duplicaba con cada ejemplar vendido; pensemos que los “tebeos” no sólo eran leídos por el comprador sino también por todos aquellos a los que se les prestaba después, bastantes por entonces.

Tenía 7 años cuando tuve ocasión de ver los cuadernillos originales del Capitán Trueno por primera vez. Acababa de pasar por una operación de amígdalas, entonces más común de lo que es ahora ( los criterios médicos varían con los tiempos) y para distraerme durante la convalecencia mis padres me los trajeron prestados de casa de mis primos mayores. Los habían coleccionado años atrás y después encuadernado de forma casera en varios tomos de 30 ó 40 números consecutivos cada uno.

Aunque ya teníamos tv, la programación era muy escasa en horario y desde luego no comparable, para mí, con estar leyendo en cama las aventuras del Capitán, Goliat y Crispín. Después de los primeros días la recuperación continuó en casa, estábamos a mediados de Diciembre y era importante no coger frío en la garganta tras la intervención quirúrgica, así que durante unas semanas más , mientras duraban las vacaciones de Navidad, aquellos tomos me hicieron compañía. 

A partir de entonces, cada año, cuando en invierno la gripe o algún catarro fuerte me tenía dos o tres días en casa sin ir al colegio, mis padres iban a casa de mis tíos y de nuevo tenía ocasión de releer aquellas aventuras. Reconozco que incluso deseaba que llegara el invierno y que , “con un poco de suerte”, un resfriado me mantuviera un par de días “en dique seco”, enfrascado en la lectura de aquellos “tebeos” que sólo una vez al año tenía ocasión de ver. 

Muchos años después, cuando ya tenía mi estudio propio, mi tío supo de mi interés desde niño por aquellos tomos y me los regaló.  Abandonados en lo alto de un armario, con mis primos haciendo su vida y sin que ninguno de sus nietos le prestara atención alguna a aquellos “tebeos antiguos”, pensó que yo los apreciaría más y con ello ese día me hizo feliz. 

Ejemplares originales con encuadernación casera


La aparición de “El Capitán Trueno” en el mercado editorial de “tebeos” en la España de los 50, tuvo tal acogida que en pocas semanas subió como la espuma e hizo que las tiradas siguientes fuesen aumentando en número. De esta serie se han hecho reediciones, con mayor o menor fortuna, estudios de todo tipo, tesis, documentales y hasta una película. Y es que, independientemente de que después de los primeros años su estrella fuese languideciendo, sobre todo a raíz de que Ambrós dejara de dibujarla, es innegable su huella en la historia de los cómics españoles y en los recuerdos de infinidad de chavales que durante unos años compraron sus cuadernillos y por un rato, mientras los leían, se sentían transportados a lejanos países y maravillosas aventuras. 




Éste es, pues, mi particular y modesto homenaje a la serie y sus creadores;  Ambrós como dibujante y Víctor Mora (entonces firmando con el seudónimo de Víctor Alcazar), como guionista.

Cómo es costumbre cada miércoles, os dejo un contenido extra para descargar de forma gratuita. En éste, además de algunos enlaces a Tebeosfera, blog de estudios sobre la historieta que os recomiendo si no lo conocéis, que servirán para daros más información sobre la serie y sus autores, también os dejo un cuadernillo de bocetos del genial Ambrós. Lo he confeccionado con imágenes de internet que alguien en su día tuvo la amabilidad de escanear y poner en la red para disfrute de todos y al que desde aquí quiero dar personalmente las gracias. Son estudios de personajes de la serie y en ellos se puede ver el vigoroso dibujo de su autor, su riqueza de movimientos y expresiones y su trazo de pincel directo y cargado de fuerza. Me parecen un excelente material no muy conocido y mi trabajo tan sólo ha consistido en encontrarlos, ajustar la luz y el contraste de las imágenes y agruparlas en el pdf que os dejo. Estéticamente lo he diseñado con un formato parecido al de los cuadernillos originales de la serie y espero que os haga pasar un buen rato en éste otro Diciembre, muchos años después de aquel invierno del Capitán Trueno.

Hasta la próxima.


Enlaces:

Biografía de Ambrós 
(Tebeosfera)

Biografía de Víctor Mora
(Tebeosfera)

Sobre la serie Capitán Trueno
(Tebeosfera)

Carpeta de bocetos de Ambrós  
(disponible hasta el 30-Dic-2015)


jueves, 17 de diciembre de 2015

Antonio Hernández Palacios en mi recuerdo


Durante algo menos de un curso, con 8 años, los domingos por la tarde fui junto con mi hermano y mi primo Antonio a la sesión de cine del colegio de los Salesianos , aún éramos pequeños para aventurarnos solos en las sesiones de tarde de los cines comerciales. La sala no estaba mal y las películas, con un poco de suerte, tampoco, pero aquello no podía durar; emplear la tarde del único día que no tenía que ir al colegio en ir al de mi primo (entonces, el sábado por la mañana hasta mediodía también había clase) , verme obligado a formar en fila en el patio junto al resto de chavales y aguantar un rato a pié firme bajo la atenta mirada de otros profesores (curas en este caso) esperando a que llegase el momento de entrar en el recinto, era demasiado para mi necesidad de libertad que ya sufría  a diario asfixiada con la obligación de “comparecer” a clase durante el resto de la semana, así que dejé de ir y mis tardes de domingo pasaron a ser largas sesiones en solitario de lectura de “tebeos”, ¿cómo no? , y dibujo.

He de reconocer, no obstante, que además del cine aquel colegio tenía para sus alumnos ofertas culturales que otros no podían dar, una de ellas su biblioteca, que tiempo después y sin que yo llegara a estudiar nunca en aquel centro, acabó influyendo en mí de forma indirecta.

Pasados unos años, cuando ya cursaba el bachillerato en el Instituto local, supe por un amigo, él sí alumno salesiano, que entre el material de lectura de que disponían en la biblioteca del centro había una nueva revista de cómics (“tebeos” o historietas, entonces) con series y dibujos  fuera de lo habitual que yo no conocía.  Se trataba de “Trinca”, una “rara avis” dentro del panorama de publicaciones de la época, más enfocada a jóvenes que a niños y casi un experimento cultural apoyado por el régimen de Franco, entonces en el poder, pero que como suele ocurrir con el Arte, una vez más el resultado superó las intenciones y expectativas iniciales de quienes lo habían puesto en marcha y acabó siendo un magnífico vehículo para nuevas historias, nuevas formas de hacer y para que grandes artistas pudieran desarrollar un trabajo excepcional.

Trinca.nº 1
              

 De entre todos ellos destacaba por méritos propios como la estrella principal, Antonio Hernandez Palacios (1921-2000), hoy uno de los dibujantes  (artista en conjunto) más reconocidos y respetados en el mundo del cómic, puede que más (desgraciadamente) fuera de España que en su tierra.

No voy a contar los detalles de como conseguí acceder a la biblioteca como invitado de mi amigo, previo permiso del cura-bibliotecario, pero sí diré que quedé sorprendido con la revista, su calidad, su diseño (totalmente nuevo para mí), su papel couché (impensable entonces en un”tebeo”) su color y dibujos...y como me maravillaron nada más verlas las páginas de Antonio Hernández Palacios. 


"Manos Kelly".  Palacios


Allí descubrí su serie,  “Manos Kelly”, western con una visión atípica del género, cargada de datos históricos y muy documentada, ambientada en el periodo posterior a la independencia del territorio de Tejas y la guerra con Méjico, en la que se mostraba como telón de fondo la influencia española en el Sur y Oeste de América de Norte, algo que existió durante siglos hasta principios del XIX y que la historia anglosajona y el cine de Hollywood silenciaron como si antes del vaquero tipo John Wayne nada hubiera existido.
"Manos Kelly". Página a tinta.  Palacios


Los dibujos de Palacios eran increiblemente buenos, con un tratamiento de color cercano al “pop art”, cargado de amarillos, naranjas intensos y sombras azuladas que te transportaban de lleno al desértico territorio apache de su serie. Todo un lujo visual para cualquiera que sea capaz de apreciar la belleza .

Puede que también por eso mismo me sorprendió el lamentable estado en que las revistas se encontraban, sin duda por pasar por tantas manos de muchachos que claramente no las apreciaban de la misma manera que yo.  Dobladas, con algún rasgón y visiblemente estropeadas,  me dolía ver que algo de esa calidad, y que además quedaba fuera de mi alcance, estuviera tan maltratado. Supe también que cada cierto tiempo se hacía allí limpieza de publicaciones y periódicos viejos y que los ejemplares de “Trinca” acababan en la basura, así que me puse a ello y durante un par de meses intenté ingenuamente hacer gestiones para conseguir aquellos ejemplares antes de que acabaran en un contenedor, pero por desgracia sin éxito alguno.

El cid- A.H.Palacios


Por otra parte, aunque también se publicaba en la misma revista, no fue hasta muchos años después cuando descubriría la otra serie épica de este autor, “El Cid”, primero en las reediciones de la editorial Ikusager y después comprando un álbum antiguo en una librería de viejo. Con el tiempo he conseguido bastante ejemplares de “Trinca” y la mayor parte de la obra de Palacios en formato de álbum; Manos Kelly, El Cid, Roncesvalles, La guerra civil, Mac Coy...

Palacios

Antonio Hernández Palacios, con una sólida formación académica en Bellas Artes y una historia personal como para escribir un libro, conoció la guerra civil española y las Brigadas Internacionales, consiguió vivir de su arte en una durísima postguerra y llegó a triunfar como publicista y como pintor de las inmensas carteleras de los cines de Madrid, hasta que con casi 50 años se pasó de lleno al mundo del cómic y llegó a ser unos de los artistas con una obra más sólida dentro de la historieta española, impresionando de paso con ella, entre otros,  a un muchacho de 14 años que dibujaba a todas horas desde niño y que, tal vez por ello, era capaz de apreciar la belleza del trabajo de este genio. 

Palacios en su estudio

Todo esto sería suficiente para expresar lo importante que fue para mí ver por primera vez las páginas de “Manos Kelly” en aquellos ejemplares de “Trinca”, pero seré más concreto:  Palacios fue, sin duda, uno de los artistas que acabaría influyendo , sin él saberlo,  en mi forma de concebir el dibujo y la pintura y quiero con este texto rendir un sentido homenaje  al maestro.

Dalí y Palacios, sentados

Para ello, además de mi anécdota como es costumbre, os dejo material recopilado de distintas fuentes; enlaces a blogs y estudios sobre Palacios, con mi reconocimiento a sus autores por su trabajo, y una selección de imágenes de dibujos del artista en una carpeta de descarga libre (disponible hasta el próximo miércoles).

Finalmente, sobre todo a aquellos que aún no lo conocéis, os aconsejo que busquéis en la red, en formato digital o en papel, en librerías especializadas o de segunda mano, pero buscad, buscad su obra y disfrutadla. Es todo un lujo.


Hasta la próxima.

Enlaces:

.Carpeta con dibujos de Palacios ( Disponible hasta el 24-dic-2015).

Palacios

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Jean Giraud, Moebius y mi amigo Rafa.


Hasta que fui resolviendo dudas espirituales y desprendiéndome de programaciones mentales innecesarias, el ritual de cada domingo cuando tenía 11 años consistía en dar un paseo con el grupillo de amigos de mi calle después de la obligada misa de media mañana, ver las carteleras de los cines y decidir si la asignación semanal iría a parar a “tebeos”, cromos o a la sesión de cine de la tarde. Todo no se podía.

Una de esas mañanas, en Febrero del 68, se unieron al grupo un par de compañeros de mi colegio, fue algo puntual que nunca se volvió a repetir;  nuestros barrios quedaban separados y, sin saberlo nosotros, nuestros estratos sociales también. Uno de los dos era mi amigo Rafa, habitualmente simpático, abierto y un poco alocado, ese día se mostraba además como la versión corregida y aumentada de sí mismo y, para ganarse las simpatías del grupo, se empeñó en invitarnos a todos pagando lo que nos apeteciera del primer “puesto” que encontramos a nuestro paso.

Los “puestos”, de madera pintada, se ponían y quitaban en la calle a diario y se transportaban a mano gracias a un par de ruedas adosadas a ellos. Básicamente eran una gran caja con departamentos a la vista llenos de canicas, chucherías, cromos, peonzas y otros pequeños juguetes, todo cubierto con una tapa móvil de cristal. En una cuerda atada a dos pequeños mástiles y cogidos con pinzas de madera, se colgaban los “tebeos”. 

La invitación generó la sorpresa de todos y alguna tibia negativa, pero finalmente los bolsillos de mis amigos se fueron llenando de caramelos, barras de regaliz y otras golosinas. Semejante gasto suponía más de mi presupuesto de varias semanas y me negué a que me comprara nada, no sólo porque veía algo raro en todo aquello sino también, y muy importante, porque intuía cual sería la reacción de mi padre si se enteraba del asunto. No obstante, Rafa insistió varias veces y yo, que desde hacía un rato no dejaba de mirar un “tebeo” colgado de su pinza, acabé sucumbiendo a la tentación y pregunté si ese podía ser mi regalo. De esa forma el primer número de la revista Bravo acabó en mis manos.

revista Bravo. nº 1. Febrero-1968


Como suponía, en aquel derroche de dinero había algo más. Rafa había roto de tapadillo la hucha de sus ahorros y dilapidado su contenido. Sus padres se enteraron y se enfadaron con él. Mi padre, que también se enteró, se enfadó conmigo y yo me vi obligado a devolver el “tebeo” o el dinero que había costado (5 pesetas), naturalmente ofrecí el dinero que, por otra parte, no fue aceptado en casa de Rafa.

En cualquier caso, aquella mañana de domingo mi amigo puso en mis manos una revista que me abría nuevos horizontes visuales en cuanto a formas de dibujar y colorear y tomé contacto con algo que desconocía por completo hasta ese momento, los “tebeos” franceses, B.D. , la bande dessineé, así que todas las molestias que vinieron después las di por buenas a cambio de conocer aquel material gráfico que yo ni soñaba que existiera.

La editorial Bruguera había apostado con Bravo por un formato de publicación de aventuras y corte realista más que de humor. En ella, además de material autóctono, se incluían series francesas con un tratamiento del color que para mí resultó ser una maravillosa novedad. Allí descubrí el portentoso dibujo de Uderzo en su serie de aviación Michel Tanguy y, sobre todo, un western del que  me enamoré a primera vista, con un estupendo dibujo cargado de detalles, una fabulosa ambientación y un tratamiento del color (mejor que el de algunas reediciones posteriores) que junto a su magnífico guión y perfecta narrativa formaban una historia que te enganchaba desde la primera página, se trataba de Fort Navajo, la primera aventura del teniente Blueberry, hoy una de las sagas de western más importantes, sino la que más, en la historia de los cómics, con guión de Jean Michel Charlier  y dibujos del gran Jean Giraud, Gir.

Fort Navajo (Charlier y Giraud) - página 1- nace Blueberry


A partir de entonces, durante los 2 años siguientes que duró la revista, cada domingo me acerqué a kioscos y “puestos” de “tebeos” buscando mi ejemplar de Bravo, y al final, cuando ya decaía la publicación, lo hacía sólo por el trabajo de Gir.  

Años después encontré, y adquirí, nuevas entregas en la revista “Mortadelo” y finalmente, ya adulto, compré todos los albumes de la serie que Grijalbo, primero y Norma, después, fueron publicando.

Blueberry por Gir


Para entonces ya había descubierto la otra versión del trabajo de Gir, firmando como Moebius, con su personal grafismo, sus historias fantásticas y surrealistas, su particular visión de “la realidad” desde el otro lado del velo y su monumental obra, inmensa en calidad y cantidad, que revolucionó el cómic e influyó en un gran número de artistas, tanto dibujantes como diseñadores y directores de cine.

Obras como El Garaje Hermético o El Incal, que junto a Blueberry han quedado como clásicos y referentes en la historia de los cómics.

Moebius


Finalmente, siguiendo la tónica que va tomando el blog y más allá de mi anécdota personal, que muestra las razones de mis preferencias, os dejo como cada miércoles un contenido extra disponible durante esta semana, en este caso una carpeta de imágenes recopiladas de Internet. También varios enlaces a otros blogs con artículos sobre Giraud-Moebius que ayudan con su trabajo a que se conozca un poco más la obra de este genio y por último mi consejo de que sigáis buscando más información sobre él, no os arrepentiréis.

De momento disfrutad con esto.

Hasta la próxima.


Enlaces:




Carpeta con dibujos de Giraud-Moebius   (disponible hasta el miércoles 16-Dic-2015)




Moebius


miércoles, 2 de diciembre de 2015

Hal Foster, el maestro.


Mi primer libro sobre cómo dibujar cómics se llamaba “Dibujando historietas”, de Iván Tubau, lo compré con 15 años, después de observarlo cada domingo durante un par de meses colocado en el escaparate de una de las dos librerías del centro de mi pueblo (ciudad dirían otros) cuando hube conseguido ahorrar el dinero que costaba.

Entre las viñetas de ejemplo que mostraba en su interior encontré algunas de “El príncipe Valiente”, de Hal Foster, autor que hasta entonces desconocía y que me impresionó con su trabajo, pero del que hasta unos años después no tuve ocasión de saborear a fondo la belleza de su monumental obra. 

En los años 70, la editorial Buru Lan lanzó al mercado una reedición de clásicos del cómic, primero como fascículos, de los que fui adquiriendo algunos, y luego como tomos, retapados unos y encuadernados con tapa dura otros. Entre ellos estaban Flash Gordon, Rip Kirby, El Hombre Enmascarado y otros. Pasado un tiempo, entre los saldos editoriales que llegaban a librerías y grandes almacenes, encontré una mañana de sábado en el supermercado del centro de Puertollano, dentro de unos cestos metálicos poco adecuados para ese contenido, un enorme lote de estos tomos de tapa dura, estaban a unos precios bastante bajos y fueron todo un descubrimiento, una sorpresa de “locura” para alguien enamorado de los cómics desde pequeño. Esa misma tarde, echando mano de mis ahorros, me llevé a casa todos los que pude y días después, pidiendo a mis padres el adelanto completo de varias semanas de la asignación que me daban los domingos, pude comprar casi todos los que me interesaban; algunos tomos del Flash Gordon de Raymond y la mayor parte de los de “El Principe Valiente”. Durante esos días descubrí el portentoso arte de Hal Foster y quedé maravillado con su trabajo. Fueron posiblemente las mejores vacaciones de Navidad de mi vida, prácticamente sin salir de casa, enfrascado en la lectura y descubriendo aquellos dibujos y unos personajes que parecían casi reales.
     
Rip Kirby de Alex Raymond

Flash Gordon de Alex Raymond


Por desgracia mis medios se habían agotado y aún me quedaba por conseguir el último volumen de la saga, así que diariamente me pasaba por el gran almacén y pacientemente colocaba el tomo en el fondo del cesto, debajo de todos los demás, esperando que nadie lo encontrase hasta que yo consiguiera juntar el dinero suficiente para poder comprarlo. Finalmente, una mañana cuando fui a esconderlo ya no estaba. Espero, al menos, que quien lo comprara lo apreciara tanto como yo lo deseaba.

Colección Principe Valiente. BuruLan

Príncipe Valiente de Hal Foster

Una vez más, no voy a hacer en este blog un estudio sobre Foster, se pueden encontrar muchos y muy buenos  ya hechos en la red . Mi intención sigue siendo divulgar y dar a conocer a artistas y su obra a quienes los desconozcan, siempre desde una óptica y un criterio personal, el mío, y con la única pretensión de que la belleza llegue a más gente. Creo que la mejor manera en que puedo homenajear a Foster es recomendar que se lea y se vea su trabajo, él dice mucho más que todas las loas que yo pueda escribir sobre su autor. Por ello os dejo una carpeta de dibujos seleccionados de entre los que se encuentran en internet y algunos enlaces de interés a otros blogs que hablan sobre este artista. De nuevo, suyo es el mérito y el mío únicamente recopilarlos y pasároslos. 

Foster

Foster fue, y es,  el clásico, el maestro, el referente para infinidad de artistas que llegaron, y llegamos, después. Con una obra tan sólida, perfecta técnicamente y de una belleza tal, que es tan indiscutible en cómic como Velázquez lo es en pintura. 
Alguien que creó la imagen gráfica más conocida de Tarzán, encumbrando la serie hasta unas cotas aún no superadas y que después presentó al mundo una de las sagas más longevas del cómic, escribiendo los guiones y dibujando durante 34 años las páginas de “El Príncipe Valiente”, obra deliciosa, intemporal y de una belleza que convierte cada viñeta en una obra de arte, con unos personajes cargados de vida propia y una ambientación y documentación geográfica riquísimas. Algo que no deberíais perderos.

Principe Valiente de Hal Foster


El maestro en su estudio


Por último, como nota final de mi anécdota juvenil, deciros que bastantes años después de aquellas navidades con los libros de Buru Lan, casado ya, con un hijo y trabajando como artista multidisciplinar, pasaron por mi estudio una pareja de vendedores editoriales de reediciones clásicas de cómic, para ofrecerme su catálogo y las obras que representaban. Viendo durante la conversación el interés que mostraban por mi pintura, se me ocurrió ofrecerles cambiar algún cuadro mío por algunas de sus colecciones. De aquella visita resultó un intercambio con el que adquirí las obras completas en unas nuevas ediciones de lujo de Flash Gordon, El Corsario de Hierro y,  por supuesto, El Principe Valiente. 

. Información de interés:
Este libro de Planeta es una estupenda biografía del maestro. A la venta en librerías, supongo que también está disponible en alguna biblioteca pública y sé con certeza que circula por la red una versión en pdf en descarga gratuita. Es decisión vuestra hacia donde os dirigís para buscarla. En cualquier caso os aseguro que está cargada de datos y es de lectura muy amena. 





Enlaces:
. Carpeta con dibujos de Foster ( en la red hay muchos más ). Disponible hasta el 9-Dic-15:  http://cort.as/ZnRa

. blog:  "sigue al conejo blanco". Entrada sobre El Príncipe Valiente:
http://siguealconejoblanco.es/comics/criticas/coleccionable-principe-valiente-planeta/

.Cuadernos del Cuco. Revistas de estudio sobre cómic. Se pueden descargar todas de forma gratuita en pdf. En el nº 4 hay extenso estudio sobre El Príncipe Valiente. Éste es el enlace:  http://cuadernosdecomic.com/



Revista de estudios del cómic
Click para descargar gratis 


Es todo por hoy. Que lo disfrutéis.

Hasta la próxima

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Frazetta en un kiosko de prensa


A finales de verano de 1974, con una carpeta llena de dibujos y una mezcla de inconsciencia, arrojo y miedo, propios de los 18 años, me fui a Madrid buscando donde mostrar mi trabajo. La aventura duró 7 meses y, aunque terminó con mi regreso a casa para continuar con mis estudios de Arte, durante ese periodo pude colocar algunos pequeños trabajos en un par de editoriales y vivir experiencias que me hicieron crecer como persona y como artista en ciernes.

Fueron meses de búsqueda a ciegas, de visitas sin cita previa a estudios y agencias de arte donde no conocía a nadie, de largas caminatas y viajes diarios en metro y autobús. También en ese tiempo fue cuando empece a conocer y apreciar la obra de Frank Frazetta, un genio. 

La descubrí en un kiosco de prensa cerca del Retiro, al final de una decepcionante mañana de visitas sin resultado a varias agencias de publicidad. Un pequeño libro de la editorial Bruguera colocado entre las revistas y periódicos llamó poderosamente mi atención y me acerqué a verlo, se trataba de “Conan de Cimeria”, de Robert E.Howard, personaje que conocía de los cómics de Marvel que editorial Vértice publicara en España años atrás, aunque al hojearlo vi que en este caso era una reedición de los textos originales de su autor, muerto en 1936, sin más aporte gráfico que el de la cubierta a color, lo que, por otra parte, era suficiente para destacar de entre el montón de publicaciones amontonadas en que se encontraba. Su fantástica portada era de una fuerza arrolladora, una técnica perfecta y una belleza que cautivaba. Yo no andaba muy sobrado de dinero, pero no pude resistir la tentación y, aún sabiendo por qué lo hacía, compré aquel libro por su portada. 



Durante las semanas siguientes fui encontrando en otros kioscos  el resto de títulos de la serie, todos con el mismo portadista. Me acompañaron en el bolsillo de mi trenca y fueron lectura en mis trayectos urbanos, pero sobre todo me abrieron una ventana más a  la belleza y me dieron a conocer el maravilloso trabajo de un gran profesional del que, hasta entonces, un chico de pueblo desconocía su existencia .

Años después descubriría en librerías especializadas las ediciones inglesas de Pan Books y otras posteriores, pero como dice en cine el narrador del Conan de John Milius   “...eso es ya otra historia”. 

Poco puedo decir yo que no se haya dicho ya del arte y el genio de Frank Frazetta, para mi gusto el mejor ilustrador de genero fantástico de los últimos 50 años y alguien que ha influido en varias generaciones de artistas, no pretendo pontificar sobre esto (ni sobre nada) y me limito a exponer mis preferencias y gustos personales, tampoco voy a hacer una tesis de estudio que , de seguro, otros habrán hecho ya mejor de lo que yo podría llegar a hacer, tan sólo quiero expresar mi admiración y hacer a mi manera un homenaje a un gran artista que con su trabajo influyó en el mío y que me hizo (y me hace) pasar muy buenos ratos contemplando su obra. 

Quede claro, pues, que lo que aquí os dejo son una serie de enlaces a  trabajos que otros han hecho sobre este artista, reconociendo su autoría y mérito, también os dejo una recopilación de imágenes que he ido buscando por internet y que se pueden encontrar en la red. Mi trabajo sólo ha consistido en seleccionarlas y prepararlas para que las podáis ver.

Por último, mi recomendación de que sigáis buscando más material sobre este artista, incluyendo, para quienes podáis, la posibilidad de haceros con algún buen libro impreso; hay ediciones sobre la obra de Frazetta que son verdaderas maravillas.

Espero que los disfrutéis.

Hasta la próxima.

Enlaces:

Carpeta para descarga de imágenes (disponible hasta el miércoles, 2 de diciembre de 20015):
Frazetta

Otros enlaces:



Johnny Comet. Comic antiguo
Pulsa encima y ve pasando las páginas

miércoles, 18 de noviembre de 2015

30 acuarelas y un mini-libro para descargar

Como cada miércoles, aquí os dejo un archivo con contenido extra.
Recordad que estos "regalitos" sólo están disponibles durante una semana y que el miércoles próximo lo cambiaré por otro.
En este caso se trata de este "mini-libro" con 30 acuarelas que forman la mayor parte de lo que llamé en su día "Serie acuática".
Va en formato pdf. y lo podéis utilizar y pasar libremente a las personas interesadas en ello, con las condiciones de respetar su autoría, no hacer cambios en él  y no darle ningún tipo de uso comercial.
Os dejo también otro enlace a un vídeo corto que realicé con esta obra y que tengo alojado en YouTube.

Que disfrutéis de ambos.

Hasta la próxima.


Serie acuática en pdf (enlace disponible hasta el 25-N-2015):   http://cort.as/ZJom

Serie acuática en vídeo: http://cort.as/ZJmI



domingo, 15 de noviembre de 2015

Con Paris desde el corazón.


Desde el viernes 13-N, el terror se ha vuelto a instalar entre nosotros, primero en París y luego en los corazones de cuantos deseamos una vida en paz con el resto de seres humanos, pero la barbarie de los asesinos no debe ser  excusa para dejarnos deslizar hacia esa misma barbarie y algunas de las respuestas a estos atentados que están apareciendo en tertulias, medios de comunicación y foros de redes sociales, pueden ser tan aterradoras en su intención de venganza como la intención misma de los autores de esta masacre. Desgraciadamente, con ello sólo se ayuda a los terroristas a conseguir el objetivo que persiguen actos como éstos; sembrar el horror y el odio, haciendo que nos apartemos de una convivencia en paz y hundiéndonos en una oscura espiral de ira y violencia. 

Por mi parte, me reitero en lo que a mi manera ya dije meses atrás,... en los momentos más difíciles, sólo la luz acaba con la oscuridad. 


LUZ



miércoles, 11 de noviembre de 2015

Hablar de arte y buscar la belleza.


Efectivamente, hablar de Arte en este tiempo cargado de cambios vertiginosos en todos los niveles, en un mundo sumido en escándalos políticos, religiosos y  económicos,  con grandes desequilibrios sociales e inmensas migraciones humanas, con maneras de vivir que desaparecen mientras otras nacen, con fronteras que se difuminan mientras otras se obstinan en aparecer, y sufriendo terremotos y tsunamis en todos los ordenes de lo que llamamos realidad..., hablar de Arte, digo, a estas alturas puede parecer un sinsentido y una pérdida de tiempo, y tal vez lo sea. Sin embargo, también creo que hay suficientes personas, quizá demasiadas,  hablando sobre el mundo y su situación, describiéndolo, no poniéndole remedio, y he decidido que ya que es mi tiempo el que empleo en este blog lo haré hablando de dibujo, pintura, cómic y todo aquello que nos acerque al Arte y la Belleza. Sólo espero que, al menos, pueda ser de interés para algunos de los  que lo visitéis. 

Por supuesto, el objetivo no es intentar remediar nada con ello (pretencioso objetivo sería) pero si hablando de Arte conseguimos, aunque sólo sea, añadir una gota de belleza a nuestra vida, siempre estaremos un poco mejor y no habremos perdido el tiempo con ello.

Hace años (bastantes) la despedida de un programa de radio que dirigía Ramón Trecet y que me gustaba escuchar mientras dibujaba, siempre era la misma: “Buscad la belleza. Es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo”  y, aunque discrepo en el adjetivo, me parece una buena razón para buscarla. Otra más personal podría ser, no permitir que nada ni nadie nos impida disfrutar de la hermosura que también la vida ofrece, aunque haya quien se empeñe en pintárnosla de negro. 

Este miércoles os dejo como contenido especial algo que bastantes de mis alumnos ya han tenido ocasión de disfrutar y en lo que algunas personas conocidas mostraban recientemente gran interés; es una carpeta con las ilustraciones que Bernie Wrightson realizó para el clásico Frankenstein, obra maestra del arte que todo aficionado al dibujo debería conocer.

Vaya por delante que soy partidario de que trabajos como éste se aprecien de la forma en que el autor pensó en que se vieran, impresos en papel e insertos entre la páginas del libro, y que personalmente yo tengo mi ejemplar del mismo, pero también sé que hay veces en que por razones varias no es posible acceder a ello y creo que es bueno aprovechar las herramientas actuales para divulgar estas obras cargadas de belleza, de manera que puedan llegar al mayor número de personas posible. La intención, desde luego, no es vulnerar los derechos de su autor, sino más bien hacerle un merecido homenaje y ¿por qué no? tal vez incluso hacer que aparezcan nuevos admiradores interesados en el libro.
Así pues, el mérito de este contenido es exclusivamente del genial Wrightson y el único esfuerzo que yo he realizado ha sido el de recopilar las obras desde distintos puntos de internet y agruparlas en carpetas para que os lleguen más fácilmente. 

Aquí os dejo el enlace (disponible hasta el 18-N-2015) para que os extasiéis:    http://cort.as/Z4g-


Nota final: Ya sabéis que cada miércoles cambio el archivo con contenido especial a descargar, elimino el anterior y pongo uno nuevo. Algunas personas , que no conocían aún esta mecánica, me han pedido que deje unos días el dibujo “Sirena”. En deferencia a ellos y de forma excepcional esta semana, hasta el miércoles próximo, estarán disponibles los dos archivos.

Hasta la próxima



Ilustración de Bernie Wrightson